Clasificación de los Algoritmos de enrutamiento

Algoritmos no adaptables: No basan sus decisiones de enrutamiento en mediciones o estimaciones del tráfico ni en la topología. Enrutamiento estáticos.
La desventaja de este tipo de algoritmos es que no es posible responder a situaciones cambiantes como por ejemplo saturación, exceso de tráfico o fallo en una línea.
Se deben evitar aquellas porciones de red que sufren congestión, entendiéndose esto como aquella situación donde hay demasiados paquetes en alguna parte de la subred, y como consecuencia el rendimiento de ésta baja.
Para poder tomar estas decisiones de encaminamiento dinámicas, los dispositivos involucrados en el ruteo deben intercambiar información usando algoritmos de encaminamiento especiales.
Algoritmos adaptables: contrarios a los algoritmos no adaptables, éstos cambian sus decisiones de enrutamiento para reflejar los cambios de topología y de tráfico.
Difieren de los algoritmos estáticos en el lugar de obtención de su información (ej. localmente, en los routers adyacentes o de todos), el momento del cambio de sus rutas (ej. cada Δt seg., o cuando cambia la carga) y la métrica usada para la optimización (ej. distancia, nº de escalas, tiempo estimado del tránsito).
Este tipo de algoritmos no pueden ser demasiado complejos ya que son implementados en los routers y deben ejecutarse en tiempo real con recursos de CPU y la memoria con que el router dispone.